jueves, 14 de agosto de 2008

La poca Investigación Turistica en la Academia


Hace mucho tiempo que no he escito nada en este espacio, una de las principales razones es que no encontraba nada interesante para publicar. En esta ocasión transcribo parte de un interesante reportaje aparecido en la revista HOSTELTUR (Nº 157, Marzo 2007), prestigioso magazine español que trata sobre el desarrollo turistico español, en el se aborda la tematica de la innovacion en las empresas turisticas españolas y su relacion con el mundo academico.

Hector Caripan


Poca investigación en la universidad
Pese a la importancia del turismo en España, el sector no se ha visto acompañado por unos estudios adecuados, ya que la carrera tradicionalmente ha tenido un carácter menor respecto a otras titulaciones, afirma el director de la diplomatura en Turismo y del Postgrado de Congresos y Convenciones de la Universidad Europea de Madrid, Ricardo García Viana. “Ello ha provocado una escasa producción investigadora de los docentes en el sector turístico”. Desgraciadamente esto no es exclusivo de los estudios turísticos. “La función investigadora no ha tenido un gran peso en la universidad española y han sido agentes externos los encargados de desarrollar esta función” resalta Viana. Sólo algunas consultoras como Deloitte o Mazars desarrollan importantes proyectos relacionados, sobre todo, con el sector hotelero, en premios como el que se otorga en Fitur cada año al mejor trabajo de investigación (el premio Jorge Vila Fradera) o la convocatoria que realiza anualmente la cadena hotelera Sol Meliá. A estas iniciativas habría que añadir el trabajo que se desarrolla desde la administración turística española a través del IET (Instituto de Estudios Turísticos) y demás instituciones.
Desde un planteamiento teórico, si de verdad existiese una reconocida y suficiente investigación turística, externa a la universidad, la utilidad sería muy significativa y positiva. Sin embargo, “lamentablemente, en España, apenas se investiga en turismo fuera de la universidad”, según afirma el director del Departamento de Turismo de la Universidad Antonio de Nebrija, Manuel Figuerola Palomo. Hay que destacar que la elaboración de estadísticas, y la definición de estrategias y planes operativos, labor que hacen las administraciones y otras asociaciones, “no pueden ni deberían tipificarse de investigación, por ello serían muy escasos y poco relevantes los ejemplos a señalar”.
La investigación en la universidad varía dependiendo de las características del centro. En España, en el campo del turismo, conviven actualmente universidades públicas, la universidad privada y las escuelas de turismo. El tipo de centro cuyas características se adecuan mejor al desarrollo de la investigación son las universidades públicas, ya que “en las privadas y en las escuelas, salvo excepciones, no se dan las condiciones en cuanto al centro y al profesorado para desarrollar una investigación de alto nivel”, resalta Ricardo García Viana.
Para investigar en la universidad se tienen que dar una serie de condiciones previas: una adecuada dotación económica, que suele proceder del propio centro y/o de las subvenciones, una estructura adecuada en la gestión de los recursos humanos, y una vocación investigadora del centro educativo. Estas condiciones previas se deben articular en figuras reales como convocatorias, gestión y dotación de proyectos, un vicerrectorado de investigación y la inclusión de la investigación entre los objetivos y tareas del cuerpo docente. Algo que no está ocurriendo en la actualidad.

Pasar de la teoría a la práctica
En los últimos años se están produciendo algunos movimientos importantes que están potenciando la función investigadora del profesorado: en primer lugar, el proceso de acreditación del profesorado – a través de la agencia nacional de evaluación de la calidad, ANECA- en el que se encuentran los centros y que suele requerir de los docentes su intervención en materia investigadora de cara a dicha acreditación y, en segundo lugar, el proceso de oficialización, por primera vez en nuestro sistema educativo, de los masteres y títulos de postgrado.
En este sentido, Manuel Figuerola Palomo entiende que la investigación universitaria se limita a la expresión y comprobación de ciertos fundamentos teóricos. También al estudio de estrategias y medidas de desarrollo, escasamente interpretables por el sector público, y por los diferentes subgrupos o ramas productivas del sector privado turístico. “Nuestra experiencia nos indica, que los sectores turísticos o especialmente, alguna de sus ramas productivas, creen escasamente, en trabajar en la investigación y el estudio; y siguen creyendo, que todo presupuesto dedicado a ese objetivo es un gasto, con poca proyección positiva en su cuenta de explotación”, recalca Figuerola.
Por su parte, la vicerrectora de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad Pontificia de Comillas, Ángela Jiménez afirma que “al igual que a veces el CSIC colabora con universidades, es posible, y de hecho se está haciendo, que las empresas, en este caso del sector turístico, promuevan investigaciones en colaboración con universidades o centros de investigación, lo que repercute en beneficio de la investigación y de su fin último, que es poner los resultados obtenidos al servicio del sector involucrado”.
Un proyecto elaborado recientementepor esta universidad para PREDIF (Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos), que engloba a federaciones provinciales y autonómicas, es “Los hábitos turísticos de las personas con discapacidad”. Esta investigación ha servido para el replanteamiento de nuevas políticas nacionales y/o autonómicas, y la mejora de infraestructuras turísticas.
Falta presupuesto y vocación
La opinión general de los investigadores y docentes consultados por HOSTELTUR es que la universidad española investiga poco, y con poca proyección de aplicación práctica. Son muy reducidos los departamentos universitarios que investigan sobre temas de desarrollo práctico.
En paralelo, un ejemplo de la investigación universitaria en turismo, son las tesis doctorales de las universidades españolas. “La mayoría se publican, pero son tesis con una importante sensibilidad y proyección teórica, y escasamente aplicables”, según afirma Manuel Figuerola. Igualmente, el problema no sólo es de medios, sino también de vocación y de actitud investigadora. Por ello de cara al futuro, se ha de hacer un esfuerzo en crear voluntad de estudio en turismo, en el conjunto de la estructura universitaria y empresarial española. “Es muy triste constatar que a veces se han de dejar sin adjudicar los premios de los concursos, o porque los trabajos no ofrecen la calidad suficiente, o lo que es más triste, porque no hay concursantes”, recuerda Figuerola.

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